Sostener el proceso

Una de las cosas más complejas cuando enfrentamos desafíos, o cambios de hábitos y comportamientos, es el de sostener el proceso que eso implica. Mantenerse en ese momento en que la incomodidad aparece. Una incomodidad que surge justo en el momento en que estamos atravesando esa zona de confort, atravesando el viejo patrón, y avistando nuevos horizontes.

En otros momentos se trata de simplemente (y no tan sencillo) aceptar que el avance no es lineal, y que también hay momentos de mayor ímpetu y energía, y otros en que baja…ahí la disciplina es la que nos acompaña junto con el propósito. Tener claridad del foco es fundamental.

El sostener el proceso implica incorporar esa incomodidad, incorporar las diferentes emociones que se vivencian y esos vaivenes, pues en su conjunto con los momentos de conquistas, de disfrute pleno , y emociones mas agradables, son los que permiten la conquista del objetivo.

Muchas veces, en las conversas con mis alumnxs, trabajamos este punto, pues creemos que el error, el no alcanzar lo propuesto alguna vez, el «salir» del deber ser, es un punto que elimina todo lo avanzado…. pero justamente son esos momentos de aparentes retrocesos, los que llegan para dar oportunidad de reconocer de qué otras formas nuestros condicionamientos surgen.

El proceso sin duda, es el segundo más importante. El presente mismo. El objetivo, nos da la dirección y motivación para ir puliéndonos a cada instante.

~Texto por Macarena Salas