Meditación y Autoconocimiento

LA VERDAD DESVENDADA A RESPETO DE ESTA TÉCNICA ADOPTADA POR MILLONES DE PERSONAS EN EL OCIDENTE Y POR MÁS DE UN BILLON EN EL ORIENTE.

La meditación es una palabra inconveniente para definir la práctica llamada dhyána en sánscrito, ya que esta técnica consiste en dejar de pensar a fin de permitir que la conciencia se exprese a través de un canal más sutil, que está por encima de la mente, pero el diccionario define meditar como pensar, reflexionar.

En realidad, el término dhyána puede ser usado tanto para designar el ejercicio de meditación, cuanto el estado de conciencia obtenido con esa práctica. Ella consiste en concentrarse y no pensar en nada, no analizar el objeto de la concentración, sino simplemente posar la mente en él hasta que ella se infiltrar en el objeto. «Cuando el observador, el objeto observado y el acto de la observación se funden en una sola cosa, eso es meditación», dicen los Shastras. Por lo tanto, el mejor término en nuestra lengua para definir ese fenómeno es contemplación.Por otro lado, no queremos alimentar el falso estereotipo popular de que los practicantes de Yôga sean «contemplativos». Así pues, esa palabra que mejor define dhyána se vuelve inconveniente en el momento actual.

Entonces, nos queda otra designación. El estado de conciencia que los británicos del siglo XVIII arbitraron llamar a la meditación es, en realidad, un tipo de intuición, es decir, el mecanismo que poseemos para transmitir la conciencia, el cual está situado encima del organismo mental. Intuición, todos ya tuvimos una manifestación de ese fenómeno, algunos más otros menos. Se trata de un canal que nos trae el conocimiento por vía directa, sin la interferencia del intelecto. Fue intuición aquel episodio familiar o profesional en el que usted sabía del hecho, aunque nadie le hubiera dicho, telefoneado, escrito, telegrafiado o comunicado por medio racional alguno. Simplemente, lo sabías. En el caso de que se trate de un conocimiento racional, una documentación, una investigación, una bibliografía … Sin embargo, si hubiera lanzado mano de ese conocimiento intuitivo, habría pasado por delante de la competencia, habría profesado, científicamente, científicamente, tal vez lo haya dejado pasar por no disponer de un respaldo racional, una documentación, una investigación, una bibliografía … hecho un gran descubrimiento científico mucho más allá de su tiempo. A continuación, bastaría con buscar la documentación adecuada, o las estadísticas necesarias para fundamentar lo que usted ya sabía, basándolo sólo para que sus pares no pudieran cuestionar sus fuentes.

La intuición común es como el flash de una cámara fotográfica, sólo que no tiene dimensión en términos de tiempo. Es una visión. Pero, bajo entrenamiento, es posible desarrollar otra forma de intuición que se manifiesta como el flash de una videocámara, que se enciende y permanece encendida por un átimo. Llamamos a ese fenómeno intuición lineal, cuando conseguimos mantener la intuición fluyendo voluntariamente por un segundo entero – o más. Esta es la definición perfecta para el término sánscrito dhyána.

Pero no podemos usarlo, ya que nadie sabría lo que queríamos referirnos. Por lo tanto, estamos obligados a volver a la opción inicial y utilizar incluso el vocablo meditación, pues, aunque inexacto, es aceptado universalmente, incluso en la India.

Fuente: libro Meditación y Autoconocimiento, DeRose.