Los Juicios y la Culpabilidad

Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sentido culpabilidad, y es esa sensación de malestar por lo que se hizo u ocurrió en el pasado, que nos lleva a una proyección hacia ese pasado.

Con la práctica de Mindfulness, buscamos estar siempre en el momento presente, y por tanto de no proyectarnos hacia el pasado ni hacia el futuro. Pero al situarnos en la culpabilidad la mente se proyecta hacia el pasado, y por lo general, hacia un pasado negativo.

¿Cómo se relaciona la culpabilidad con los juicios? La culpabilidad necesita necesariamente de la presencia del juicio, pues observamos el evento pasado a través del lente de los juicios propios. Es decir, nosotros decidimos que ese pasado fue de determinada manera, y que debería haber sido de otro modo.

Y es exactamente en ese momento en que la culpabilidad se genera, porque creemos que el pasado debió haber sido de otra manera y que los responsables de eso somos nosotros. Este juicio, es un juicio de inadecuación, porque no es sólo el sentirse responsables, no…. si fuera sólo responsabilidad podríamos tomar acción, y la culpabilidad lleva a la inacción; por tanto, ese juicio de inadecuación, es un juicio de valor que puede ser por ejemplo: «que no fuimos suficientes», «que no somos tan buenos», «que deberíamos ser mejores», etc. …. dando paso a una desvalorización personal, que nos deja sin herramientas para tomar acción.

Entonces ¿Cómo trabajar esos dos conceptos? Como la culpabilidad depende del juicio, hay que partir por soltar dichos juicios a la base que tenemos.

Por tanto, cuando revises un evento pasado, o algo que aconteció, obsérvalo pero sin ningún juicio. Obsérvalo como lo que es, como lo que fue simplemente, y divide esa apreciación personal del juicio, y comienza a realizar una descripción del pasado que sea totalmente objetiva.

Para esto, puedes tomar un papel y un lápiz y escribir eso que aconteció. Con este ejercicio que es muy importante de realizar con la materialidad del lápiz y papel, podrás ir notando cómo tiñen esa descripción los juicios, haciendo que esa separación entre el juicio y el hecho objetivo, sea más sencilla.

Escríbelo de la manera más objetiva posible, como si estuviesen narrando un hecho del cual tú no formaste parte.

Luego de esto, es muy importante que puedas relatar el mismo evento pero desde la experiencia personal, o sea, añadiendo las sensaciones o emociones.

A esto se le llama el primer y segundo orden de realidad, donde el primer orden de realidad son los hechos concretos, objetivos; y el segundo orden de realidad integra lo que sentiste mientras ocurrían esos eventos.

Si logras hacer eso vas a ver cómo se expande la información sobre ese evento, y así podrás eliminar la culpa y eliminar el juicio, porque vas a observar que todo eso que tiene que ver con la culpabilidad y el juicio es un segundo orden de realidad, y por tanto no es más que una apreciación de dicha situación.

Al entender esto, puedes comenzar a reprogramar tu subconsciente, y decidir una nueva o segunda mirada y percepción respecto de esa situación.

Así conseguimos modificar ese lenguaje interno, y empezar a describir esa imagen desde un nuevo lugar destrabando y modificando tus juicios.

Las cosas son lo que son, y la realidad la experimentamos tal como es…. el resto no es más que una proyección de nuestro mundo interior, y como tal, podemos escoger proyectar cosas más positivas, que nos inspiren y llenen.

Usemos el Autoconocimiento para escoger la óptica de nuestra mirada.